La obra contempla la unión de dos edificios contiguos ubicados en el Centro Histórico de Oporto y su transformación en un hotel. Mientras que uno de ellos había sufrido, hace unas décadas, una reconstrucción profunda que no conserva elementos estructurales primitivos, el otro conservava muchos elementos con valor patrimonial y que permanecieron en el hotel.
Externamente, las baldosas cerámicas se eliminaron de la fachada principal, ya que eran una adición tardía e inútil y las dos fachadas se unificaron por color.


