El proyecto incluye dos edificios que se transformarán en uno, insertado en el Centro Histórico de Oporto.
Estos dos edificios se encuentran en una ubicación crucial en el proceso de realineamiento causado por la apertura de la Rua de Mouzinho da Silveira, que se encuentra en las inmediaciones de la antigua capilla de S. Crispim, desmantelada para la apertura de este importante eje de la carretera.
La solución preveía solo ligeros cambios en el exterior, concentrados esencialmente en la fachada lateral, que estaba pintada en lugar de baldosas cerámicas como en la preexistencia.
La forma trapezoidal fue un desafío en la organización espacial de las dos viviendas.
Los puntos cruciales del trabajo fueron el mantenimiento de la escalera redonda existente solo desde el primer piso, lo que implicó la demolición de la sección entre el primer piso y el segundo piso y el uso de todas las carpinterías y su reemplazo, ya sea en gabinetes, o en compartimentos.